martes, 28 de abril de 2009

Córdoba: Persiguió al ladrón con su auto, lo atropelló y lo mató


En cuanto pudo salir buscó venganza.

Un nuevo caso de una víctima de un robo que mata al presunto ladrón conmueve a Córdoba. Esta vez, la víctima de un asalto a mano armada fue un chico de 17 años que manejaba el remís de su padre y que persiguió al sospechoso y lo atropelló, causándole la muerte.

Esta tragedia ocurrió el domingo a la tarde en el barrio General Mosconi, al noreste de la ciudad de Córdoba. El muchacho iba desde su casa hasta la del chofer del remís a llevarle el vehículo, cuando en el camino un pasajero le hizo seña. Pese a que los remiseros tienen prohibido alzar pasajeros en la calle, y que por su edad el muchacho no puede manejar el remis, detuvo la marcha y comenzó el viaje.

El flamante Fiat Siena reinició la marcha por la avenida Mauricio Yadarola cuando, según declaró la víctima, el pasajero le apuntó con un arma y le exigió la recaudación. Según consta en el expediente "al llegar a Luis Py al 3600 de barrio Mosconi, el ladrón le hace parar el auto. Le roba el celular y la billetera y lo obliga a meterse en el baúl".

Según la versión del adolescente, "el delincuente quiso hacer arrancar el auto, pero no pudo". En ese momento "la víctima logra escapar del encierro y el delincuente comienza a escapar corriendo".

Según una fuente de la investigación, "el chico del remís le grita al ladrón que le devuelva las cosas; se sube al vehículo y comienza a perseguirlo. Una cuadra después, lo alcanza y lo embiste, causándole la muerte a los pocos minutos".

El presunto asaltante fue identificado como Claudio Damián García, de 23 años. Al costado del cadáver quedó tirado un revólver calibre 38.

En el Siena quedaron las marcas del fuerte impacto: el parabrisas, en el lado del conductor resultó astillado, debido a que el sospechoso golpeó allí con su cabeza. La óptica izquierda también mostraba las consecuencias de la embestida.

Los vecinos de la calle Luis Py al 3600 escucharon "como una explosión" y salieron de sus casas a ver qué sucedía. Se encontraron con un joven sangrando en el piso a un costado del remís, y con un adolescente que buscaba entre las ropas del herido la billetera y el teléfono que le había robado.

Creyendo que lo estaba robando, la gente increpó al adolescente y sólo se calmó cuando éste explicó que el asaltante era el herido. Un vecino llamó a la Policía, que en cuanto llegó armó un vallado de seguridad para preservar la escena y, además, evitar que el adolescente fuera golpeado por algunos familiares y amigos del presunto ladrón que llegaron al lugar.

El domingo a la noche, luego de contar lo que había pasado, el adolescente quedó detenido. Está imputado por "homicidio simple" por orden de un juzgado de Menores que interviene en el caso. El joven permanecía anoche alojado en el ex Centro de Rehabilitación de Menores, en barrio Bella Vista.

Ayer, Raúl García, el padre del joven atropellado dijo que no podía creer que se tratara de su hijo. "Todavía no lo puedo asumir. Hasta ahora no lo creo", señaló.

Sobre el adolescente que lo atropelló dijo que "como padre" no lo podía perdonar. "Me ha quitado algo mío. Dios quizá lo perdone, yo no".

El hombre, visiblemente dolido aseguró que su hijo "trabajaba en la construcción" y que ignoraba si tenía antecedentes penales.

Las hermanas del joven muerto, fueron más allá: "Nadie me va a devolver a mi hermano. Más vale que este tipo siga preso, porque si sale la va a pasar muy mal, no puede ser que un menor haga justicia por mano propia", dijo una de ellas.

La otra señaló que a su hermano "sólo le encontraron sus pertenencias, ni un arma, ni la billetera, ni el celular del remisero. Mi hermano es una víctima inocente y lo mataron como a un perro", aseguró.

28 de abril de 2009 (Clarín)

No hay comentarios: