El atentado suicida más mortífero perpetrado en Estambul desde 2003 deja un balance de 17 muertos y 154 heridos, 14 de ellos graves. El doble atentado se registró ayer en un concurrido barrio comercial de Gungoren, horas antes del inicio de un caso judicial por la prohibición del partido AK, que ha causado una turbulencia política en Turquía.
Los funcionarios han explicado que un fuerte estallido hizo que la gente saliera a la calle en una zona comercial a ver qué pasaba y en ese momento una segunda bomba de mayor intensidad, escondida en un cesto de basura, explotó entre la multitud.
Un testigo ha apuntado que "decenas de personas estaban desparramadas. Las cabezas, los brazos de la gente salieron volando por el aire". "Condeno a aquellos que realizaron este ataque con bombas, que nos muestra el deseo inhumano de crueldad y violencia del terrorismo, sin discriminar entre hombres o mujeres, jóvenes, viejos o niños", ha afirmado en un comunicado el presidente turco, Abdulá Gul.
El gobernador de la ciudad, Muammer Guler, que ha calificado el incidente de "atentado terrorista", ha asegurado que aún es pronto para determinar la responsabilidad del ataque. La Policía, por su parte, ya ha acusado al ilegal Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) de estar detrás de estos ataques puesto que "no sería la primera vez" que hace estallar una bomba de escasa potencia en un cubo de basura en la calle para detonar una gran bomba minutos más tarde.
Sin embargo, el ilegal Partido de los Trabajadores de Kurdistán ha negado ser responsable del ataque. "Esta acción no tiene ninguna relación con el movimiento de liberación kurdo ni con el PKK. No tenemos noticia (de que el PKK lo haya organizado)", ha señalado un dirigente en Europa de esta formación ilegal. "Estamos en contra de este tipo de ataques. Pensamos que esta acción ha sido realizada por las fuerzas oscuras. Damos el pésame a las familias cuyas vidas han quedado destrozadas por esta tragedia y al pueblo de Turquía", ha apuntado.
No hay españoles entre las víctimas
De momento, ningún grupo se ha atribuido los atentados por lo que la investigación, que continúa abierta, está muy centrada en el estudio de las cámaras de vigilancia de los edificios cercanos al lugar de la explosión. Según la prensa, ya han sido detenidas tres personas en relación con este doble atentado.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación ha confirmado que no figuran ciudadanos españoles entre las víctimas. El consulado de España en Estambul ha informado de que todas ellas son de nacionalidad turca.
El primer ministro turco, Tayyip Erdogan, ha cancelado la reunión semanal del Gobierno para trasladarse al lugar, que sigue acordonado por la Policía. El presidente de Turquía, Abdulá Gul, ha condenado estos atentados, que demuestran, afirmaba, la "crueldad y violencia del terrorismo, que no discrimina entre hombres o mujeres, jóvenes, viejos o niños".
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