A los 8 años ya no tenía fuerzas para pelear contra la feroz enfermedad. Entonces les pidió a sus padres que le cumplieran un último deseo. A las 24 horas, falleció
Reece Fleming era como cualquier otro chico, hasta que a los cuatro años le detectaron leucemia. Su calidad de vida se mantuvo estable, pero a comienzos de 2008 todo comenzó a precipitarse: su salud empeoró y los médicos no encontraban respuestas para sacar al niño de un destino casi cantado. Cuando se supo que ya nada podía detener el avance de la leucemia, pidió un último deseo: casarse con el "amor de su vida". Entonces, Reece le propuso "matrimonio" -de mentiritas, claro- a Elleanor Purgslove. Y su felicidad fue absoluta cuando ella aceptó sin dudarlo. La historia conmovió a la prensa inglesa. Amigos íntimos durante dos años, tras lo cual se separaron. "Fue durante una fiesta cuando nuestro hijo le propuso casamiento", dice Lorraine Fleming. "Estaba tan orgulloso de ella, y nosotros estamos tan orgullosos de los dos. Reece se aferró a la vida porque siempre dijo que quería casarse con ella. Fue emocionante, no se puede describir con palabras la ceremonia. Estaban muy callados, pero había muchos sentimientos en la habitación", manifestó Lorraine. A la "boda" no le faltó nada: anillos, , vestido de novia, un pijama "de gala" para Reece, torta, lomousinem, un "certificado" de casamiento y una gran fiesta, fueron los ingredientes."Fue valiente durante los tratamientos", recuerda su mamá. Pero la mañana siguiente a que se casara, Reece fue al sillón donde siempre pasaba los días, aunque sin sentirse del todo bien. Allí moriría. Las últimas palabras que recuerdan los papás son: "Ahora puedo ir en paz". Es que Reece había cumplido su deseo: casarse con el amor de su vida, deseo que no todos pueden cumplir.
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