martes, 10 de marzo de 2009

Terrible accidente en la ruta 3, en un choque múltiple murieron tres personas
















Una masa de hierros retorcidos al costado de la ruta. Así permanecían ayer por la tarde los restos de la Ford Ranger -dominio GZP 979- en la que viajaban Juan Carlos Agüero y Raquel Ana Beatriz Caló, de 47 y 50 años, un matrimonio de San Martín de los Andes que perdió la vida en un choque múltiple ocurrido sobre la Ruta Nacional 3, cerca de Bahía Blanca.

Poco antes de las 13.30 la pareja había llegado hasta el punto donde comienza la reparación de la ruta, unos 20 kilómetros al este de Médanos y 25 kilómetros antes de llegar a Bahía.

Estaban detrás de un camión Scania blanco con acoplado cargado de productos harinados. Y más atrás había parado una camioneta Isuzu blanca conducida por Luis Fontao, de 33 años, de Bahía. Los tres, junto a varios vehículos más, esperaban sobre la cinta asfáltica para poder pasar por el sector interrumpido por la empresa constructora que repavimenta ese tramo de ruta.

El asfalto ardía a esa hora. De pronto, a toda marcha arribó otro camión Scania, en este caso rojo, y con su remolque vacío, comandado por Ramón Francisco Niz de 53 años. Aparentemente el hombre no advirtió la presencia del banderillero ni la larga columna de autos.

El rastro de la frenada alcanzó los 18 metros. Pero el intento por detener el enorme vehículo no fue suficiente. La Isuzu chocó a la Ranger y ésta se metió debajo del palier trasero del acoplado del Scania blanco que, cargado, aplastó la camioneta en la que iba el matrimonio Agüero.

La caja se levantó y quedó irreconocible contra la parte trasera del camión mientras que la Isuzu, también aplastada se desintegró contra la trompa del Scania rojo. Durante varios minutos ese tramo de la ruta 3 estuvo interrumpido. Ya no por la obra, sino por la tragedia que ésta ocasionó, probablemente en combinación con la alta velocidad a la que transitaba el Scania rojo. Su conductor, que resultó ileso, quedó demorado unas horas y luego puesto en libertad en tanto se sustancia la causa por el triple homicidio culposo.

Bomberos y policías de Médanos y personal de salud y de la policía científica de Bahía Blanca, intentaban rescatar de entre los hierros los tres cuerpos sin vida.

Casi a las 17 aún los familiares no sabían de lo ocurrido. Uno de los camiones había sido llevado a Médanos al igual que la Isuzu.

En ese momento el celular que llevaba en su mano el Teniente Primero Gustavo Vázquez y que pertenecía a Agüero sonó insistentemente. El agente atendió. Era un amigo del matrimonio que intenta contactarlos y a cambio recibe la drástica noticia.

Este medio fue testigo de una conversación dolorosa. El agente la sobrellevó casi como un acto más de su rutina policial. Pero se traslucía la angustia. "Bueno, no perdamos tiempo", interrumpió el teniente ante las preguntas del hombre que llamó al celular. "Por favor avise a la familia y que me llamen al celular", dijo.

Al colgar recordó que "en este trabajo hay que hacer de todo, hasta un poco de psicólogo". Y se alejó mordiéndose el labio inferior, con el rostro rígido y la vista perdida. A los pocos minutos sonó nuevamente el aparato y el agente repitió las terribles noticias.

Fuente: Diario Río Negro.

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