Las fuerzas armadas israelíes están por comenzar la tercera fase de la operación "Plomo fundido". Tras los ataques aéreos y la incursión de las tropas por tierra, se enviarán reservistas para ocupar el centro de la Franja y así terminar de destruir las bases operativas de Hamas
La primera fase de la "Operación Plomo Fundido" se inició el 27 de diciembre, cuando Israel decide atacar la Franja de Gaza con aviones y helicópteros en respuesta al lanzamiento de misiles por parte de Hamas.
Ese día se producen alrededor de 200 muertes, lo que marca el comienzo de la guerra más sangrienta en Medio Oriente desde 1967.
Al día siguiente, el gobierno de Israel autoriza la movilización de miles de reservistas y suma ataque de baterías de artillería al bombardeo comenzado por la Fuerza Aerea el día 27.
El día 2 de enero, Israel abre la frontera con la zona de GAza para dejar salir a unos 200 palestinos que portan pasaportes extranjeros, para al día siguiente lanzar la segunda fase de "Plomo Fundido".
Esta consiste en la invasión por tierra, lo que provoca que alrededor de 1,5 millones de personas queden virtualmente atrapadas en un territorio de 360 kilómetros cuadrados de los que no pueden escapar.
El día 5, las tropas de Israel logran cercar la capital de Gaza y dividen el territorio en tres partes. Los combates por tierra continúan y ahora las Fuerzas Armadas atacantes se nutren de más reservistas para lanzar la tercera fase de la operación, que consiste en el golpe definitivo para la ocupación de Gaza.
La primera fase de la "Operación Plomo Fundido" se inició el 27 de diciembre, cuando Israel decide atacar la Franja de Gaza con aviones y helicópteros en respuesta al lanzamiento de misiles por parte de Hamas.
Ese día se producen alrededor de 200 muertes, lo que marca el comienzo de la guerra más sangrienta en Medio Oriente desde 1967.
Al día siguiente, el gobierno de Israel autoriza la movilización de miles de reservistas y suma ataque de baterías de artillería al bombardeo comenzado por la Fuerza Aerea el día 27.
El día 2 de enero, Israel abre la frontera con la zona de GAza para dejar salir a unos 200 palestinos que portan pasaportes extranjeros, para al día siguiente lanzar la segunda fase de "Plomo Fundido".
Esta consiste en la invasión por tierra, lo que provoca que alrededor de 1,5 millones de personas queden virtualmente atrapadas en un territorio de 360 kilómetros cuadrados de los que no pueden escapar.
El día 5, las tropas de Israel logran cercar la capital de Gaza y dividen el territorio en tres partes. Los combates por tierra continúan y ahora las Fuerzas Armadas atacantes se nutren de más reservistas para lanzar la tercera fase de la operación, que consiste en el golpe definitivo para la ocupación de Gaza.
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