domingo, 10 de agosto de 2008

SIETE HORAS DE TERROR

Pesadilla para un empresario: delincuentes tomaron como rehenes en una casaquinta de Pilar a su esposa e hijos y amenazaban con matarlos si no pagaba un rescate de 20.000 pesos. Finalmente se dieron a la fuga.



Dos delincuentes mantuvieron como rehenes a la esposa de un empresario, a los 2 pequeños hijos del matrimonio y a otras 5 personas, en un dramático incidente que se prolongó durante 7 horas. Dicho ilícito se registró en una casaquinta, en la localidad bonaerense de Pilar, y los forajidos le reclamaron telefónicamente al jefe de la familia la entrega de un rescate de 20 mil pesos para no asesinar tanto a la mujer como a los chicos. El dúo escapó sin cobrar los billetes pedidos.
Los voceros señalaron que los hechos comenzaron a las 13.05 del viernes pasado cuando los sujetos ingresaron armados a una casaquinta, situada en la calle Misiones y las vías del ex Ferrocarril Manuel Belgrano, ocasión en la que redujeron a un matrimonio de cuidadores de origen paraguayo, a los hijos de esta pareja, y a una sirvienta de nacionalidad peruana.
El mencionado inmueble es propiedad del empresario Cristian Hartenstein y está ubicado a 4 cuadras de la finca del ex presidente Fernando de la Rúa.
Trascendió que los marginales resolvieron esperar la llegada al lugar de los moradores. A las 15 arribó a la vivienda la esposa del empresario, Marcela Cromi de 35 años, quien estaba en compañía de los 2 hijitos de la pareja, Tomás de 4 y Emilio de uno. De inmediato, los forajidos tomaron en condición de rehenes a la atemorizada señora y a los pequeños, con lo que sumaron en total 8 las personas privadas de la libertad.
Cerca de las 16, Hartenstein, quien aparentemente se hallaba en esos momentos en Capital Federal, se comunicó por teléfono a su domicilio y entonces su mujer le informó que estaba todo tranquilo.
Alrededor de las 16.30, el hombre llamó otra vez, pero en dicha oportunidad los hampones le arrebataron el auricular a Cromi y le expresaron al empresario que tenía que abonar la suma de 20 mil pesos, si deseaba volver a ver con vida a su familia.
Pasadas las 19.30, un vecino de la zona observó movimientos extraños en la casaquinta y avisó a los efectivos policiales, quienes se apersonaron a las 20 en el lugar. Los imputados resolvieron fugar luego de advertir que habían sido descubiertos por los ocupantes de 2 patrulleros. Los chacales sustrajeron apenas 800 pesos de la casaquinta.
Se afirma que los delincuentes huyeron en dirección al río Luján, desconociéndose su paradero.


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