La mujer de 44 años que ocultó los cadáveres de tres de sus bebés en el freezer de su casa alegó hoy ante el Tribunal Provincial de Siegen (oeste de Alemania) que lo hizo para "tenerlos cerca".
El proceso, que comenzó hoy, juzga a la mujer por dos cargos de asesinato ocurridos en los últimos veinte años, mientras que la muerte del tercer neonato no se le ha podido imputar dado que ya ha prescripto.
La mujer negó hoy sin embargo las dos acusaciones de asesinato, pues afirmó que quería que las tres niñas "sobrevivieran".
La Fiscalía sostiene que, en los casos que se le imputan en este proceso,la madre asfixió a uno de los bebés y ahogó al otro.
Las niñas nacieron con vida en 1986, 1988 y 2004, respectivamente, y sus cuerpos fueron descubiertos en el congelador del sótano de su vivienda por su hijo de 18 años el pasado mes de mayo, mientras buscaba una pizza para comer.
Tras alertar del macabro descubrimiento a sus hermanos, otro muchacho de 22 años y una joven de 24, esperaron hasta el día siguiente a la llegada de sus padres, que disfrutaban de un fin de semana de descanso en la Selva Negra, al sur de Alemania.
Según la acusación, tanto el embarazo como el nacimiento de los bebés fueron ocultados a la familia por la mujer , que se entregó a la policía tras saber que se habían hallado los cadáveres.
La madre, que vivía en Wenden-Möllmicke (oeste de Alemania) y es de constitución corpulenta, estaba entonces ya en tratamiento psiquiátrico, según informó la policía.
Los agentes enviados para comprobar lo sucedido encontraron los cuerpos de los bebés envueltos en toallas y metidos en bolsas de plástico en el fondo del arcón congelador, donde dos de ellos llevaban más de veinte años.
El proceso, que comenzó hoy, juzga a la mujer por dos cargos de asesinato ocurridos en los últimos veinte años, mientras que la muerte del tercer neonato no se le ha podido imputar dado que ya ha prescripto.
La mujer negó hoy sin embargo las dos acusaciones de asesinato, pues afirmó que quería que las tres niñas "sobrevivieran".
La Fiscalía sostiene que, en los casos que se le imputan en este proceso,la madre asfixió a uno de los bebés y ahogó al otro.
Las niñas nacieron con vida en 1986, 1988 y 2004, respectivamente, y sus cuerpos fueron descubiertos en el congelador del sótano de su vivienda por su hijo de 18 años el pasado mes de mayo, mientras buscaba una pizza para comer.
Tras alertar del macabro descubrimiento a sus hermanos, otro muchacho de 22 años y una joven de 24, esperaron hasta el día siguiente a la llegada de sus padres, que disfrutaban de un fin de semana de descanso en la Selva Negra, al sur de Alemania.
Según la acusación, tanto el embarazo como el nacimiento de los bebés fueron ocultados a la familia por la mujer , que se entregó a la policía tras saber que se habían hallado los cadáveres.
La madre, que vivía en Wenden-Möllmicke (oeste de Alemania) y es de constitución corpulenta, estaba entonces ya en tratamiento psiquiátrico, según informó la policía.
Los agentes enviados para comprobar lo sucedido encontraron los cuerpos de los bebés envueltos en toallas y metidos en bolsas de plástico en el fondo del arcón congelador, donde dos de ellos llevaban más de veinte años.
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