Una mujer de la República Checa fue arrestada y condenada a nueve años de cárcel por obligar a sus hijos a someterse a las prácticas caníbales de su culto. Al parecer, la mujer y un grupo de otros adultos tenían encerrados a sus dos hijos, abusaban de ellos, y los obligaban a cortarse y comerse su propia carne.
En un caso escalofriante que salió a la luz por casualidad, la policía checa descubrió a dos chicos encerrados en el sótano de la casa donde vivían con su madre, su tía y otros adultos que forman parte de una secta, según informó el sitio Daily Mail.
Un vecino de Klara y Katerina Mauerova vio con horror las imágenes de los hijos de Klara, Jakub de 10 años y Ondrej de 8, por la interferencia que se producía en su televisor. Su madre los estaba grabando para ver en diferido como sufrían.
Los chicos pasaban sus días o encerrados en el sótano o encadenados a las mesas, donde debían permanecer parados en su propia orina durante días. Los miembros del culto, incluidas madre y tía, despellejaron a Ondrej y lo obligaron a comerse su propia carne, además de apagar cigarrillos en su piel o pegarle con cinturones.
El culto al que pertenecían las hermanas Mauerova, de 31 y 35 años, se llama “Movimiento del Grial” y tiene alrededor de 300 mil seguidores sólo en Gran Bretaña, según afirmó el sitio inglés. Al menos otros cuatro adultos abusaron física y psicológicamente de los dos hermanos, y todos ellos fueron condenados con penas de entre 5 y 7 años de cárcel.
En un caso escalofriante que salió a la luz por casualidad, la policía checa descubrió a dos chicos encerrados en el sótano de la casa donde vivían con su madre, su tía y otros adultos que forman parte de una secta, según informó el sitio Daily Mail.
Un vecino de Klara y Katerina Mauerova vio con horror las imágenes de los hijos de Klara, Jakub de 10 años y Ondrej de 8, por la interferencia que se producía en su televisor. Su madre los estaba grabando para ver en diferido como sufrían.
Los chicos pasaban sus días o encerrados en el sótano o encadenados a las mesas, donde debían permanecer parados en su propia orina durante días. Los miembros del culto, incluidas madre y tía, despellejaron a Ondrej y lo obligaron a comerse su propia carne, además de apagar cigarrillos en su piel o pegarle con cinturones.
El culto al que pertenecían las hermanas Mauerova, de 31 y 35 años, se llama “Movimiento del Grial” y tiene alrededor de 300 mil seguidores sólo en Gran Bretaña, según afirmó el sitio inglés. Al menos otros cuatro adultos abusaron física y psicológicamente de los dos hermanos, y todos ellos fueron condenados con penas de entre 5 y 7 años de cárcel.
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