MADRID.- Llevaban de ocho a 12 días de travesía, se quedaron sin agua y víveres y no pudieron sobrevivir a la travesía. Un total de 14 inmigrantes perdieron la vida al intentar alcanzar El Dorado europeo y extraviarse en el Océano Atlántico.
Los cuerpos sin vida de 13 de ellos llegaron completamente anegados en agua en el fondo del cayuco. En un primer momento, los agentes de la Guardia Civil pensaron que había tan sólo cinco o seis fallecidos, pero cuando la embarcación llegó al puerto de Arguineguin, al sur de Gran Canaria, comprobaron que llevaba a bordo 13 cadáveres.
Otro de los cuerpos ha aparecido flotando en alta mar. En el cayuco viajaban 46 ocupantes más, que lograron resistir al duro viaje a Canarias. Según informó a elmundo.es el coordinador de los equipos de respuesta inmediata de la Cruz Roja en Canarias, Juan Antonio Corujo, otros once inmigrantes se encuentran heridos, aunque no se teme por su vida.
Cinco de los 'sin papeles' han sido evacuados a centros hospitalarios y otros seis se recuperan en el puesto sanitario de la Cruz Roja. Los inmigrantes, recién llegados, se encuentran en estado de shock, por lo que todavía es pronto para determinar las causas de la tragedia.
Según los primeros datos recabados por la Cruz Roja, los subsaharianos partieron desde el sur de Mauritania, pero el viaje, que suele durar cuatro días, se prolongó hasta las 12 jornadas. "La travesía se les complicó porque tuvieron problemas con el motor y han estado varios días perdidos. Los inmigrantes han llegado agotados y con un fuerte estado de desorientación", explicó Corujo.
La embarcación fue interceptada por el SIVE a las 7.52 horas cuando se encontraba a escasas millas de la costa. Desde el SIVE se avisó a una patrullera de la Guardia Civil para que acudiese al rescate de los 'sin papeles'.
La mayoría de los heridos, entre los que se encuentran dos mujeres, sufre hipotermia. Al parecer, muchos cometieron el error de beber agua del mar durante el trayecto: "Es lo peor que se puede hacer. Beber agua salada les produce quemaduras en la boca. Además la alta concentración de sal les provoca fallos multiorgánicos", relató el coordinador de Cruz Roja.
Los inmigrantes todavía se encuentran muy confusos y es pronto para averiguar si hay más fallecidos y se vieron obligados a tirar más cadáveres por la borda. "Tenemos que esperar a que se recuperen. Algunos no saben distinguir qué es la realidad y qué es lo que están soñando", añadió Corujo.
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