sábado, 6 de septiembre de 2008

"Mamá, maté a un pibe y lo enterré en el fondo de casa", confesó un chico

El joven tiene 16 años y le dijo esas crudas palabras a su madre. Tras el asesinato de otro joven, lo enterró en el jardín de su vivienda de la localidad bonaerense de Carlos Spegazzini. Confesó que estaba harto de que le robe, le pegue y lo extorsione.

Un adolescente de 16 años confesó haber asesinado y enterrado en el fondo de su casa de la localidad bonaerense de Carlos Spegazzini a otro de la misma edad, cansado de que le robe, le pegue y lo extorsione. Según la policía, le dijo a su madre: “Mamá, maté a un pibe y lo enterré”. Además, agregó que “el que lo mató es un Pantriste que no se metía con nadie”.

A raíz de la confesión, efectivos de la Jefatura Departamental Almirante Brown, bomberos y peritos, hallaron el cadáver de Oscar Villalba, enterrado el patio de la casa del confeso homicida en Lavalle 329 de esa localidad del partido de Ezeiza.

La víctima del hecho es un adolescentes conocido por la policía como "Oscarcito" y quien tiene varias causas por robo y otros delitos en la Justicia de Menores.

El confeso asesino es un adolescente que "tenía una vieja disputa con Oscarcito", según confió un jefe policial.

El chico llegó al Juzgado de Menores 5 de Lomas de Zamora, a cargo de Marta Pascual, junto a su madre y una abogada y le contó que el miércoles se había peleado, había asesinado de una puñalada a "Oscarcito" y lo había sepultado en su casa. "Hoy para nuestra sorpresa se presentó en la mesa de entradas del tribunal un chico joven diciendo que era el autor de un homicidio y que el cuerpo del chico lo tenía enterrado en el fondo de su casa", explicó la magistrada en el lugar del hallazgo.

La jueza Pascual aclaró que víctima y victimario "son menores de edad, por lo tanto inimputables", por lo que no dio más detalles del caso. "La declaración indagatoria, con todas las garantías, la tomé yo y ahora el chico está detenido en un instituto de seguridad", precisó.

Según una fuente policial, el adolescente dijo que estaba harto de que "Oscarcito" le pegue, le robe y lo extorsione. La jueza ordenó de inmediato las excavaciones en su casa con el fin de verificar si realmente allí está el cadáver para probar la existencia del crimen.

Finalmente, bomberos y expertos de la Policía Científica bonaerense realizaron las excavaciones y encontraron el cadáver enterrado a unos 40 centímetros de profundidad.

El cuerpo, en posición fetal y vestido con un buzo rojo, fue hallado en el patio entre una cucha de perros y una higuera, debajo de dos maderas colocadas en cruz.

El cadáver fue trasladado a la morgue judicial de Lomas de Zamora, donde se lo identificará en forma fehaciente y se le practicará la autopsia para determinar cómo y cuando murió.

El homicida era alumno de la Escuela Media número 2 de Ezeiza, donde tenían un muy buen concepto de él y se sorprendieron de este desenlace, porque nada lo hacía prever.

Fuentes educativas bonaerenses confirmaron, además, que la víctima no estaba escolarizada. Uno de sus hermanos dijo frente a la casa donde fue hallado el
cadáver que "se dedicaba a robar y a molestar a la gente".

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